domingo, 23 de febrero de 2014

Cruzando arquitectura (M. Scolari)

"No puede haber una respuesta definitiva a preguntas sobre la libertad, la verdad o la belleza, pero es útil plantear estas preguntas en una escuela de arquitectura, y tratar de encontrar soluciones, incluso si sólo temporales y provisionales, a través de un proyecto. Esta, creo, es la vocación de una escuela de arquitectura: el plantear problemas y, luego, poder a disposición los instrumentos críticos para resolverlos. Nunca proferir soluciones.

[...] El lenguaje de la arquitectura nos concierne a todos, porque al habitarla, nos identificamos con ella. Por esta razón, edificios que parecen anuncios publicitarios para terremotos o diversiones topológicas nos dejan con una desagradable sensación de permanente algo efímero. Por el contrario, creo que la arquitectura debería evocar eso que Nietzsche definió como el Grand Style: "Desdeñar la belleza que es mala y efímera... para dar un sentido de lo esencial y durable."

[...] aquellos que hacen edificios pueden decir con justo derecho que construir es la mejor representación de la arquitectura, pero es igualmente cierto que - como dijo Boullée - un edificio es el efecto de una concepción. En una escuela de arquitectura es legítimo separar las causas de los efectos, porque los estudiantes de arquitectura no construyen en la manera como los estudiantes de arte sí pintan. En la escuela de arquitectura te preparas a ti mismo para controlar una idea de diseño a través de una metodología de diseño: se trata de proyectar y proponer intenciones que luego tendrán la tarea de enumerar de qué está hecho el mundo.

La enseñanza de la composición arquitectónica no puede ser reducida a imponer un modelo estilístico; esto sería degradante para el estudiante. La gramática y la sintaxis pueden enseñarse, la poesía no."

Scolari, Massimo & Palandri, Jenny Condie (2007) Crossing Architecture. Log, No. 9. pp 13-27.